jueves, 12 de marzo de 2015

Grabando...


Foto: Natalia Santos con tratamiento Lomogram.

Un riquísimo feijao a la "carbonada" (no carbonara... el preparado de porotos negros se ahumó ligeramente por la rápida inducción de esos nuevos aparatos tan útiles para los tiempos modernos, pero tan independientes en cuanto a su precisión cocinística), de las manos de Mauri. Hablar, hablar, hablar... como si las palabras curaran todo (aunque cuestionamos el psicoanálisis con todas las fuerzas de nuestras lenguas).  Hablar como si las palabras pudieran realmente dejar en claro lo que hay en el corazón. Hablar, hablar, comer, mirar, suspirar, hablar, hablar, hablar, alimentar el alma.
- ¿Me vas a ayudar a resolver mi teaser?
-Sí, ¿querés jugar ya ahora?
-Sí, vamos.
Una caja, objetos varios, cartulina, el concepto (una ausencia evidenciada, un adiós arrancado con fuerza), la cámara, el guión que finalmente no se escribió. El cúter, la ventana, una silla, una lámpara, una foto robada a Nata, la canción en la voz de Hernán para ver si se nos venía la luz.
- Qué hace mucho que no jugábamos así. A hacer nomás.
-¿Verdad? Vamos a probar.
- Ok.
- Me parece que voy a querer un proyector. Llamale a Ariel.
Armadas y desarmadas, planeamientos, comentarios, el alumbrado público que jugaba al Korekogua. Karen (con su compu y trabajando sin parar), el tereré, la idea de comer algo más tarde. Una caja, la caja, el recuerdo/concepto, el recuerdo que se estaba gestando en ese momento.
-¿Te acordás cuando te dije que te amaba pero que no te aguantaba? Fue en tu casa.
-Me dijiste "Te quiero pero no te soporto" y fue en la calle.
Risas. Esas risas que nos dicen que estamos hermanados. Que mi sueño le contagia y que puede soñar conmigo.
-Sí, te dije "Te quiero pero no te soporto".
Llegó de vuelta la mesa, la comida/comunión (curry y arroz, un plato muy espiritual convengamos) se reiteró el mismo pedido de casamiento de siempre ("como quiero para mi marido guapito que cocine rico, cambie los focos y me haga mis teasers") y seguimos jugando... (en tiempos verbales entreverados) mientras que en la mente de todos y cada uno (memoria colectiva?) se iba grabando nuestra(s) vida(s)...



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